Habréis oído muchas veces este bonito «palabro», tanto para justificar algunas decoraciones terribles como para ilustrar espacios con gran personalidad. A veces salía bien, como la imagen superior, otras… no tanto como la del sofá rosa chicle y papel indescriptible.
El eclecticismo (del griego eklegein, «escoger») fue una corriente filosófica nacida en Grecia, en el siglo II a.C, cuya gracia consistía en escoger lo que le venía bien de cada escuela, hacer un refrito y convertirlo en «ecléctico».
A pesar de iniciarse como una corriente filosófica, no es hasta la Ilustración, en el siglo XVIII, cuando se utiliza como un criterio decorativo, y que curiosamente lo que buscaba era crear confusión y desorden a través de mezclar distintas tendencias y estilos.
Desde esta época nos ha acompañado unas veces más visible que otras, pero sin dejar de estar presente.
Al popularizarse el término se ha utilizado como adjetivo de proyectos que son un despropósito, collages decorativos que no hay por donde cogerlos.
No quiero demonizar el eclecticismo (aunque yo prefiero hablar de «mezcla de estilos») conseguido con piezas, objetos y materiales de orígenes muy diversos. Al hablar de un estilo en sí mismo, podría llevar fácilmente a la confusión y metería en un cajón de sastre una cantidad de trabajos que difícilmente tienen algo más en común que la mezcolanza de elementos.
Arriba un magnífico ejemplo de este cocktail de estilos: Una soberbia mesa de madera, creada como un puzzle de diferentes maderas, las sillas Ant de Jacobsen diseñadas en 1952 y una alfombra persa de seda antigua.
La fotografía superior, ilustra un magnífico ejemplo de un trabajo bien hecho; aprovechando un espacio palaciego, un salón con «alma», se ha conseguido personalizarlo con elementos decorativos contemporáneo, creando una imagen personal y sofisticada.
En este caso el marco es tan importante que sería un crimen no aprovechar los elementos decorativos de la casa (frescos, puertas, escayolas…) pero incorporando su estética al siglo XXI.
Al final lo que se trata con este tipo de mezclas es conseguir una decoración única y original que refleje el gusto de sus propietarios.
Arriba la imagen de un comedor creado en torno a una mesa de madera rústica y las butacas Ghost de Philippe Starck, unas mantas de piel, lámpara de cristal de roca y cuadro abstracto negro enmarcado en plata. La mezcla es espectacular, atrevida y para clientes con mucha personalidad, no válida para pusilánimes.
Olvídate de crear un espacio minimalista o neutro, marca cada ambiente con piezas y muebles que realcen el espacio que queremos decorar. Planifica de antemano las combinaciones que quieres hacer, no lo dejes NUNCA al azar.
Una de las mezclas que más me gusta y quizás la que más he utilizado en mi trabajo para obra privada, es la que nace de la mezcla de antigüedades (especialmente lasfrancesas del siglo XVIII y XIX y también los muebles centroeuropeos de principios del siglo XIX) con obras de pintura abstracta de gran formato –Luis Feito y todos los pintores del grupo El Paso son mi debilidad- ya sea obra original (esto es casi imposible), grabados o litografías. Funcionan muy bien las obras que aportan un color poderoso que refuerza la mezcla.
Una chimenea francesa de mármol y un cuadro -escultura en rojo y negro son los elementos que definen esta habitación; la mesa de cristal y las sillas de policarbonato son testigos mudos de la fuerza de los elementos anteriores.
Otra combinación, por la que últimamente siento una gran predilección, y desde luego la más económica, es la que elige piezas rústicas, muebles vintage y obra pop art o piezas con aire romántico.
Encontrar el equilibrio en la unión de elementos, no sobrecargar el espacio pero sobre todo destacar y poner en valor las piezas, cuadros u objetos más importantes, con mayor fuerza visual o decorativa, dará como resultado una decoración personal y especial que será difícilmente etiquetable.
Espero que os haya aclarado el concepto «ecléctico» y que no lo uséis para los pastiches, lo kitsch o los refritos decorativos con los que no tiene nada que ver.
Hasta el prox-post.
Ya sabéis que andaré por aquí si necesitáis algo.