Una pareja de jóvenes se animó a comprar una deteriorada y envejecida casa de pueblo que en principio no tenía ningún encanto especial pero que por metros, ubicación y presupuesto querían y podían convertir en la primera casa de sus vidas con la enorme connotación emocional que esto conlleva.
Me llamaron antes de comprar la casa, un poco asustados, la querían pero no tenían nada claro que aquella vieja casa se pudiera convertir en su CASA con mayúsculas.
Ver aquella desvencijada casa, llena de trastos, no muy limpia y sobre todo con un terrible aspecto de abandono fue desolador. Tuve que convencerlos de que aquello jugaría a nuestro favor ya que así podríamos convertir aquellos metros en una casa cómoda y moderna.
Finalmente se hicieron con la casa con la idea de convertirla en su hogar. Empezaba el tiempo de ilusión y empezamos a visualizar su nueva casa.
Tras la primera visita había que replantear aquel caos distributivo, agrandar los espacios y sobre todo ajustarse al presupuesto.
Mi consejo en estos casos siempre es aprovechar la mayor parte del presupuesto para el continente, esto es, la reforma. El contenido (muebles, objetos, decoración…) se pueden ir completando con el tiempo, pero baños, cocina, distribución… tienen que quedar perfectamente definidas para que nos sirvan sin problema durante un buen puñado de años.
A modo de resumen el punto de partida de la planta baja fue ampliar el salón-comedor, abrir un acceso con doble puerta al patio de la casa, crear un aseo de invitados y aligerar la escalera. Además una nueva cocina y un patio accesible que sirviera de comedor de verano y espacio para barbacoas o estar relajados en las horas de sombra.
ANTES: La casa originalmente tenia un salón y dos dormitorios en la planta baja además de la cocina y una entrada bastante sombría.
La apertura al patio desde el salón se hizo con una doble puerta que une ambos espacios creando una sensación óptica de un espacio mucho más grande.
También incorporamos una habitación al salón, distribuimos el espacio de nuevo y creamos un acceso directo desde la puerta principal generando una sensación de espacio abierto en lo que antes eran pequeños cuartos bastante oscuros.
En la planta alta unimos varias estancias para crear un dormitorio en suite con vestidor abierto que era la gran ilusión de la propietaria de la casa.
Tras cuatro meses de verano y “a toda mecha”, los ya recién casados pudieron disfrutar de su nuevo hogar a la vuelta de su viaje de novios.
El proyecto era todo un reto ya que la casa era muy antigua, se había actualizado poco o nada y la distribución era de “pesadilla”. Además contaba con una escalera muy tosca y sin ninguna gracia que había que actualizar sin rehacerla entera, incorporar un pequeño aseo de cortesía y abrir el espacio al salón sin escaparnos de presupuesto.
Otro gran reto era eliminar el grueso gotelé que tenían las paredes que habían sido repintadas en multitud de ocasiones, unas paredes que creemos que nunca fueron demasiado rectas, así que decidimos trasdosar planchas de pladur sobre éstas de manera que no robásemos espacio a la vivienda, y a la vez generar un tabique seco entre la pared original y las nuevas en las zonas donde anteriormente habían tenido humedades.
Nuestros clientes querían una casa que fuera tendencia a la vez que muy atemporal, así que todo el proyecto giró en torno a tonalidades muy neutras con algún contraste más oscuro en alguna pared puntual (cabecero de cama y zona de comedor).
La iluminación general de la casa se realizó con leds de color neutro lo que junto a la tarima del suelo y el color arena de las paredes crea un ambiente luminoso, cálido y relajante.
El dormitorio suite fue la joya de la casa tanto por el gran vestidor central como por el cuarto de baño en crudo y negro con una enorme ducha cerrada con mampara de perfilería negra en cuadrícula. El acceso al vestidor desde el dormitorio se dejó abierto y al cuarto de baño se le puso una puerta de cristal al ácido que mantiene la intimidad y a la vez permite el paso de luz entre los tres espacios.
Azulejos beige con relieves de nido de abeja, muebles en gris antracita, un gran espejo circular y el negro hacen del baño un espacio muy singular.
La gran ducha tras la mampara de doble hoja en negro se revistió por completo de pizarra negra entera excepto el zócalo que se hizo con el mismo azulejo del resto del cuarto de baño. Se alicató solo a media altura para crear una sensación menos fría y tener opciones de cambio en el futuro: nueva pintura, empapelado…
El vestidor se realizó a medida por un carpintero según las necesidades de nuestra clienta en madera laminada imitando un lino rústico en crudo que aporta una calidez excepcional a esta estancia.
Para el cuarto de baño de invitados se eligieron revestimientos en gris cemento de distintos formatos y tonalidades creando un cuarto de baño sobrio pero muy fresco. Los complementos en verde lima le dan el toque de color.
La cocina se alicató con azulejo texturizado nacarado blanco y los muebles en laca alto brillo de color visón que dan continuidad al esquema de color de toda la casa creando una línea continua en una cocina muy elegante.
La cocina continúa el esquema de color, en este caso blancos brillantes y mates y un sobrio color visón en suelo y muebles que dotan de una elegancia clásica a un espacio muy contemporáneo. La encimera se hizo a medida en Corian blanco níveo y los vierte aguas en cristal lacado en blanco como el frigorífico también con puerta de cristal. Los electrodomésticos se panelaron para crear una mayor sensación de continuidad.
En la planta baja se creó también un cuarto de juegos, aislado con lana de roca ya que su uso con todo tipo de consolas prometía ser un espacio ruidoso que necesitaba un aislamiento especial para mantener la paz familiar.
Había otro gran espacio que solucionar, el patio, queríamos que tuviera continuidad con el salón y que con buen tiempo la doble puerta de acceso diera continuidad y profundidad a la casa.
Enfoscamos todo el patio de blanco, iluminamos perimetralmente y enlosamos el suelo con baldosas grises tipo cemento. Nuestra idea era crear un marco limpio para poder decorar con plantas, y además incorporamos una zona de césped artificial que refresca el espacio.
Y así van llegando ya de las cálidas noches de verano, dejamos a nuestra joven pareja disfrutar de su casa.