Con casi 40º en la calle, uno tiene la necesidad de llegar a casa y sentir que la temperatura baja según entramos en ella.
El aire acondicionado es la solución más utilizada aunque no a todo el mundo le gusta. Tampoco parece muy recomendable ni ecológico, al final solo conseguimos que nuestras casas estén frescas, pero las ciudades están cada vez mas recalentadas debido al calor que emiten esos tremendos y antiestéticos motores insertados en todas las fachadas de nuestras ciudades.
Hay otras opciones. Como interiorista, la idea de cambiar el ambiente de una casa según la estación del año siempre me ha parecido muy sugerente.
Antiguamente, en casa de nuestros abuelos, cuando llegaba junio las casas cambiaban de aspecto. Llegábamos de la calle con un calor sofocante, entrábamos en un espacio oscuro, lleno de fundas blancas; se sustituían las cortinas, se quitaban las alfombras, se cubrían los muebles… era todo tan teatral, mágico y fresco.
Aunque parezca mentira funcionaba.
Quiero aportar alguna clave que ayude a crear ese espacio de confort tan necesario con este clima, pequeñas ideas para refrescarnos de la canícula que sufrimos estos meses, sobre todo en el centro y sur de la península.
Una opción sencilla para transformar la decoración del salón es cambiar los cojines, o sus fundas, por otr@s de tonalidades azules, verdes o florales; los colores fríos crean siempre una sensación visual de frescor, sobre todo si tenemos un entorno de tonos neutros que nos permita hacer estos cambios cada temporada. Hacedlo sólamente si el resto de las tapicerías aguantan estos colores, si no buscad los tonos fríos que más se acomoden a nuestras telas.
Hacer una limpieza extrema y tener los cristales limpios y los visillos perfectamente blancos, también ayudan a que las habitaciones parezcan más ligeras.
Flores, flores y más flores, en jarrones de cristal siempre.
Agua y flores es una combinación muy refrescante.
Llena el salón de grupos de pequeños jarrones de cristal con flores silvestres; crean un magnífico y refrescante ambiente.
En la cocina, frutas. Las fuentes de frutas frescas sugerirán también un espacio más fresco a una de las zonas de la casa en la que habitualmente se genera más calor.
Poner en las ventanas una mezcla de plantas con flor y verdes, provoca un efecto refrescante que alegra la vista y relaja el efecto calor.
Las plantas aromáticas también generan una agradable sensación de frescor.
Si no tienes jardín, una fuente de interior es buena idea. El sonido del agua siempre rebaja la sensación de calorina. En el caso de tener jardín o terraza la idea nos sirve igual; el agua siempre será un buen aliado.
Aligera tu casa de objetos. No es que te vuelvas loc@ y lo quites todo de en medio, pero reduce 
las cantidad de accesorios que aportan un mayor peso visual a la estancia. El exceso de velas, revistas y objetos en exposición es mejor evitarlo en esta época del año.
Otro concepto, casi olvidado, es el de la ventilación cruzada. Responde a una ley física muy sencilla: Buscar la entrada de aire desde una zona fresca, patio, zona de sombra o zona norte, y que salga por la parte alta sur. Lo principal es dejar que el calor salga de las habitaciones y no se quede estancado.
MI CONSEJO: Hay que darse una vuelta por tiendas de decoración, viveros o tiendas especializadas en muebles in/out, seguro que encontráis montones de ideas que os ayuden a enfriar vuestras casas. Mi favorita en Madrid es, sin duda, los Peñotes, en la que encontrarás montones de ideas para crear este cambio.
Desde luego, este post sólo es una pequeña parte de todo lo que podemos hacer para refrescar nuestras casas. Cada uno encontrará la más adecuada a su vida. Espero que estas pequeñas sugerencias os ayuden a pasar el verano de la manera mas ecológica y natural hasta que podamos ponernos en remojo.
Hasta el prox-post, saldremos al exterior y refrescaremos nuestros balcones y terrazas.
Si necesitáis algo andaré por aquí.